despertar de la conciencia

El Despertar de la Conciencia, significado.

Preguntas y respuestas acerca de la conciencia humana y el significado de la palabra «despertar».

A menudo escuchamos la expresión «despertar de la conciencia», pero ¿sabemos qué significa realmente? Sin duda depende del contexto en el que esta frase es utilizada, ya que puede tener un sentido espiritual o social. Aunque es posible relacionar ambas dimensiones, como lo hacemos en el análisis del film Planeta Libre, aquí partimos el análisis desde la perspectiva del desarrollo personal.

1. ¿Qué es la conciencia?

Aún se está investigando sobre la conciencia. Por eso, según la corriente y el autor que escojas podrás encontrar distintitas definiciones. Según la Psicología Siloista este término tiene una doble acepción: 1. Es el registro que efectúa un aparato en nuestro cerebro que coordina y registra las sensaciones, imágenes y recuerdos; 2. El aparato de coordinación y registro que efectúa el siquismo humano.

Pare comprender más en profundidad este concepto se recomienda la lectura de Apuntes de Psicología.

2. ¿La conciencia es activa o pasiva?

Si entendemos por conciencia como un aparato de coordinación de nuestro cerebro, la conciencia siempre está activa.

Su estructura mínima es la relación acto-objeto y esa es la que da dinámica a la conciencia. Los objetos de conciencia pueden ser percepciones, recuerdos, representaciones, abstracciones, etc. y aparecen como los correlatos intencionales de los actos que lanza constantemente conciencia. Los actos serían recordar, percibir, idear, etc.

3. ¿Por qué se dice “despertar la conciencia” si ella es activa?

Se suele vincular “conciencia” con “actividad vigílica”, quedando el resto fuera de la conciencia, lo que ha hecho surgir concepciones mal fundamentadas como la del “inconsciente”.
Nosotros entendemos que existen distintos niveles en los que trabaja la conciencia. Estos niveles son:

  • Sueño. Se caracteriza por un mínimo trabajo de sentidos externos. Trabaja predominantemente el sentido cenestésico, y sus impulsos son traducidos y transformados por mecanismos asociativos, produciendo las imágenes oníricas de gran poder sugestivo.
  • Semi-sueño. Aumenta el trabajo de sentidos externos, pero su información no es totalmente estructurada pues hay interferencias de ensoñaciones y sensaciones internas. Disminuye el poder sugestivo de las imágenes al tiempo que se manifiesta débilmente la autocrítica.
  • Vigilia. Los sentidos externos aportan el mayor caudal informativo, regulando por inhibición a los sentidos internos y posibilitando que la conciencia se oriente al mundo en el trabajo de compensación de estímulos. Funcionan ampliamente los mecanismos de crítica y autocrítica, de abstracción y reversibilidad.

Desde este punto de vista, a veces la expresión de “despertar la conciencia” se puede utilizar como una llamada de atención respecto a la necesidad de un estado más atento y vigílico en el mundo. Una forma de apelar al pensamiento crítico, sobre todo en contextos de opresión y desigualdad. Es como si las personas fuéramos muchas veces en un nivel vigílico débil o prácticamente en semisueño y, por eso, la importancia de despertar.

Sin embargo, también se utiliza la expresión de «despertar la conciencia» para referirse al despertar de un nuevo nivel, más interno y elevado que la vigilia mecánica. Este nuevo nivel se le puede llamar conciencia de sí.

4. ¿Es posible alcanzar un nuevo nivel de conciencia?

La conciencia de sí, lúcida, inspirada… puede recibir muchos nombres. Este nivel de conciencia es menos cotidiano o habitual, pero de gran importancia para la meditación. Supone un estado atencional más elevado capaz de percibir intangibles y liberar la mente de sus propios condicionamientos. Este nivel de conciencia de sí se logra cuando a la simple percepción se la capta simultáneamente con la sensación de “uno mismo”.

Produce un estado de total lucidez, muy difícil de mantener en el tiempo que surge de una verdadera autoobservación.

5. ¿Es correcto identificar la conciencia con el «yo»?

Solemos identificar al yo con conciencia, pero cuando uno rememora un recuerdo de su niñez o está soñando… se veo a sí mismo. ¿Dónde está el yo? ¿Adentro o afuera de la estructuración de la conciencia? El yo observa los mecanismos y operaciones que se van desarrollando en la conciencia.

Es decir, aparece como separado, como no incluido en las operaciones que observa. Así, pues, por registro interno no es legítimo identificar yo con conciencia.

Bibliografía

Silo (2006). Apuntes de Psicología. Ediciones León Alado.

Silo (1997) Diccionario del Nuevo Humanismo. En Obras Completas Volumen II.

Esta entrada surge a raíz del directo en Facebook que hicimos entre varios amigos el 28/09/2021 que puedes verlo aquí: