¿Alguna vez has pedido fuerzas en tu interior para superar una situación? ¿Has sentido una necesidad tan fuerte que has mirado a las estrellas en busca de una respuesta?
Los pedidos son oraciones o apelaciones que todas las personas realizan independientemente de su cultura o religión. Un pedido puede ser un simple «buenos días«, «deseo que te vaya bien«, «que cumplas muchos más años«. Si se dice de manera sentida se convierte en un gesto de comunicación verdadera, de amor y bondad que nos une con los demás.
También, se pide por uno/a mismo/a cuando se pasa por situaciones difíciles, momentos de toma de decisión, de crisis, desorientación, etc. Se pide fuerza, ánimos, paz o se buscan respuestas en el interior de uno/a para avanzar. De este modo, al pedir establecemos una relación íntima con nosotros/as mismos/as, con nuestro interior, que es la base de esta meditación.
Meditar con el Pedido
El Pedido como técnica de meditación es muy sencilla y fácil de utilizar en la vida diaria. Está basada en las palabras dadas por Silo durante su discurso inaugural del Parque de Estudio y Reflexión – La Reja en Buenos Aries, Argentina, en 2005. Estas palabras son las siguientes:
En algún momento del día o de la noche, aspira una bocanada de aire e imagina que llevas ese aire a tu corazón. Entonces, pide con fuerza por ti y por tus seres más queridos. Pide con fuerza para alejarte de todo aquello que te trae contradicción; pide porque tu vida tenga unidad. No destines mucho tiempo a esta breve oración, a este breve pedido, porque bastará con que interrumpas un instante lo que va sucediendo en tu vida para que en el contacto con tu interior se despejen tus sentimientos y tus ideas.
Sigue estos pasos para aprender cómo hacer esta meditación:
En este ejercicio se combina la respiración, la imaginación, la emoción y el silencio. Cuatro elementos esenciales para que una meditación te pueda ayudar a conectar con lo más íntimo de tu interioridad.
¿A quién se pide? ¿Realmente funciona?
No importa tanto a qué o a quién se pida, y menos aún valorar su existencia o no, el interés en la práctica del Pedido es poder conectar con una imagen mental (que puede ser visual, cenestésica, auditiva, etc.) que te despierte emociones reconfortantes, te sea muy inspiradora y significativa para ti. La meditación con el Pedido no está relacionada con las creencias ni con el pensamiento mágico. Por eso, se puede realizar tanto si se es creyente como si no.
Lo interesante de «pedir» no es si algo sobrenatural te cumple tu deseo, sino en los mecanismos psicológicos que se activan en tu mente. La práctica del Pedido está relacionada con las imágenes mentales. Estas imágenes mentales son fundamentales para movilizar acciones en el mundo. Por ejemplo, si tienes hambre y te viene a la mente la imagen del sándwich en la nevera, te levantas y vas hacia la nevera. Si en cambio, no hubiera nada el frigorífico tu acción sería diferente. Son las imágenes las que te dirigen tus acciones. De este modo, el Pedido en la medida que se apoya en las imágenes predispone u orienta a realizar acciones en la vida diaria a favor de aquello que se está pidiendo. Si pido porque un familiar se recupere de una enfermedad, el Pedido me va a ayudar a tener más presente a esa persona, a estar atenta a que no se le olviden sus medicinas, a llamarla para preguntar cómo se encuentra, etc.
Por otro lado, las imágenes también movilizan cargas psíquicas. Si te imaginas una situación tensa, vas a sentir esa tensión en tu cuerpo, por ejemplo, contrayendo el estómago, apretando la mandíbula, etc. Este mecanismo, a la inversa, significa que las imágenes pueden ayudarte a relajar tensiones, evocando imágenes de distensión. Por ejemplo, si pido por estar tranquilo el día del examen, me imagino tranquilo el día del examen. Esa imagen me está ayudando a visualizarme así y me está ayudando a destensar. De este modo, es probable que este más calmado esa día que vivo como importante.
Programa 7 días de meditación
Esta propuesta de trabajo diario ha sido desarrollada por miembros del Mensaje de Silo de las comunidades en Nueva York, Buenos Aires, Santiago de Chile, Ámsterdam y Atenas. Para acceder al trabajo original: www.theasking.org
El objetivo de esta propuesta de meditación semanal es conocer y profundizar en los mecanismos psicológicos que se activan detrás de “pedir”, experimentarlo desde la propia vivencia y activar la sensibilidad y emoción. Es un proceso fácil en el que durante una semana realizarás una meditación breve, dos veces al día, en función de un aspecto de tu vida. Cada día tendrá un tema diferente para pedir, que puedes ir consultándolo en el cuaderno de trabajo. En él encontrarás todas las pautas para realizar esta actividad.
Para más información consulta nuestra página de recursos donde tendrás acceso a una carpeta compartida con todo el material.
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